Muchos de los amigos de este blog han elegido como una de
las etapas más emocionantes de la historia la subida a los Lagos de Covadonga
en la edición de la Vuelta a España de 1992, el último gran triunfo del mito,
la última etapa en una grande para Perico Delgado.
Perico acude a la Vuelta del año 1992 como jefe de filas del
equipo Banesto, sabiendo que en el Tour Miguel Indurain (que había ganado la
edición de 1991 de la ronda francesa) iba a ser el líder absoluto del equipo
navarro. El año anterior había corrido el Giro de Italia y, aunque se llego a
rumorear que iba a volver a repetir la experiencia, el 27 de abril Perico
estaba en la salida de la Vuelta en Jeréz de la Frontera para comenzar la
edición de ese año 1992. Una edición que es reconocida por los degustadores de
ciclismo como una de las más interesantes de los últimos años, con tres
corredores peleando por el amarillo casi hasta el final de la carrera. El
primero de ellos, Jesús Montoya, del equipo Amaya, coge el liderato en la crono
de Oropesa y aguanta los envites de Perico en los Pirineos. Es muy recordada lallegada a Luz Ardiden, en una etapa de auténtico sabor Tour de Francia, en laque vence Cubino y la general queda reducida a un puñado de favoritos. Tambiénes el día que Perico pone pie a tierra para echar en cara a Montoya su actituddefensiva (un poco garrapatera incluso). Perico está fuerte, posiblemente en su
último gran pico de forma y es el candidato máximo a la victoria final, puesto
que Montoya parecía un líder de barro y nadie había reparado en un suizo,
treintañero largo, que no había pasado de ser un notable clasicómano los años
anteriores, Tony Rominger.
Llega el 10 de Mayo, la 14º etapa, con la llegada a
los ya míticos Lagos de Covadonga: la carrera permanece tranquila hasta la
última subida. En el grupo de favoritos se pone a tirar Fabio Rodríguez,
apodado “Beso Lindo”, un colombiano del equipo Clas, que tiene a dos líderes a
la expectativa: Federico Echave y Toni Rominger. El ritmo es muy intenso,
demasiado en realidad, puesto que sin darse cuenta Fabio Rodríguez deja
descuelga a sus dos líderes. Perico está a la expectativa con Montoya siempre a
su rueda. Se le ve un buen ritmo de pedaleo, como siempre, rodeado de
colombianos, Cubino y Giovanetti, dos outsiders de la carrera se han descolgado
y a menos de 5 kilómetros de meta, Delgado ataca…Montoya reacciona y le coge
rueda. Los viejos latigazos de Perico ya no son tan efectivos. Pero es el
Delgado de las grandes ocasiones, el Perico que hizo vibrar a un país…y aumenta
el ritmo, como le ha enseñado a hacer a su delfín Indurain, aumenta un poco
más, primero diez centímetros, después veinte, medio metro…Montoya se va
quedando, Perico lo sabe y aumenta todavía más el ritmo. El desaparecido Pedro
González, que en esta ocasión no está en directo siguiendo la vuelta, pierde el
control desde el estudio de TVE, apoteosis Periquista…Perico se va, se va…porque
el carisma no se compra, no entiende de nacionalidades ni de esfuerzo, Perico
es Perico y ni un millón de GregLemonds lo podría superar. Delgado, desatado,
comienza a aumentar su diferencia con Montoya, que va atrancando, desfondado,
ha tratado de seguir el ritmo de un Delgado endemoniado y está pagando las
consecuencias. Rominger no se ha atufado y con su propio ritmo está recuperando
posiciones. Perico va a ganar, Perico reina en los Lagos de Covadonga siete
años después de su primera victoria en 1985 y va a por su tercer entorchado en
la ronda española. Los Lagos de Covadonga son un puerto duro, pero más mítico
que realmente exigente, con muchos descansos y donde no siempre es fácil hacer
diferencias. Perico llega la meta, el
éxtasis es absoluto…por detrás un sorprendente Rominger supera a Montoya y
entra segundo en meta. El suizo se ha destapado…pero no es momento de
preocuparse de él, es momento de disfruta de Perico, del Loco de los Pirineos,
que ha dado una de las tardes de gloria al ciclismo español. Perico, la última
gran victoria de Delgado, en los Lagos de Covadonga del año 1992.
Aún estuvo a punto de ganar una etapica en el Tour de ese mismo año, se la birló Rolf Jaermann! Muy grande Luz ardiden y Cubino, ese día tenía cole y apenas llegué para verlos entrar. Aquella tarde Montoya empezó a perder la Vuelta...
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