Si en la anterior entrega de la historia de las llegadas a Luz Ardiden hablábamos de la Vuelta a España del año 1992, en la que la victoria fue para Lale Cubino, esta vez nos vamos un poco más atrás, aunque compartiendo vencedor y algunos protagonistas: Tour de Francia de 1988, el Tour de Perico Delgado.
Decimoquinta etapa de la ronda francesa, Perico se había vestido de amarillo en Alpe d´Huez y no parecía que hubiera ningún irlandés contrarrelojista dispuesto a superarle como el año anterior. Era momento de controlar la carrera: en las imágenes del vídeo que acompaña esta entrada se pueden ver a los gemelos holandeses, Steven Rooks vestido con el maillot de puntos rojos de la montaña y Thenuisse con sus melenas rubias, Raúl Alcalá con el maillot blanco de mejor joven, Fabio Parra y Lucho Herrera, la conexión colombiana o Andrew Hampsten. Cubino iba por delante y en un momento, subiendo el Tourmalet, Perico se pone a la cabeza del grupo de elegidos y suelta un latigazo marca de la casa dejando clavados a todos, el Tour estaba encaminado, pero no venía mal algo de ventaja extra. Delgado desciende en solitario camino de Luz Ardiden pero es cazado antes de la ascensión. Allí mientras Cubino vuela hacia la victoria a menos de 5 km comienzan algunos tímidos ataques: Thenuisse, Parra...pero es Perico el que a menos de 2 km de la cima demarraba de nuevo yéndose y dejando de rueda a todos sus rivales. Delgado iba a por la victoria en el Tour de 1988 y no lo iba a poder parar nadie. Entraba tercero en meta, detrás de Cubino y Duclos-Lasalle y dejaba muy claro quién mandaba en aquella edición.
Aquella jornada destacó la ayuda que un jovencísimo Miguel Indurain en el control que el equipo Reynolds trató de imponer durante la subida al Tourmalet.
Decimoquinta etapa de la ronda francesa, Perico se había vestido de amarillo en Alpe d´Huez y no parecía que hubiera ningún irlandés contrarrelojista dispuesto a superarle como el año anterior. Era momento de controlar la carrera: en las imágenes del vídeo que acompaña esta entrada se pueden ver a los gemelos holandeses, Steven Rooks vestido con el maillot de puntos rojos de la montaña y Thenuisse con sus melenas rubias, Raúl Alcalá con el maillot blanco de mejor joven, Fabio Parra y Lucho Herrera, la conexión colombiana o Andrew Hampsten. Cubino iba por delante y en un momento, subiendo el Tourmalet, Perico se pone a la cabeza del grupo de elegidos y suelta un latigazo marca de la casa dejando clavados a todos, el Tour estaba encaminado, pero no venía mal algo de ventaja extra. Delgado desciende en solitario camino de Luz Ardiden pero es cazado antes de la ascensión. Allí mientras Cubino vuela hacia la victoria a menos de 5 km comienzan algunos tímidos ataques: Thenuisse, Parra...pero es Perico el que a menos de 2 km de la cima demarraba de nuevo yéndose y dejando de rueda a todos sus rivales. Delgado iba a por la victoria en el Tour de 1988 y no lo iba a poder parar nadie. Entraba tercero en meta, detrás de Cubino y Duclos-Lasalle y dejaba muy claro quién mandaba en aquella edición.
Aquella jornada destacó la ayuda que un jovencísimo Miguel Indurain en el control que el equipo Reynolds trató de imponer durante la subida al Tourmalet.
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