Volviendo a ver el ataque en el Izoard de Andy Shleck, nunca sabremos si Evans o Contador hubieran ido a por él las cosas hubieran cambiado. Pero no han saltado a por él y hemos visto un ataque épico, 60 kilómetros, sin descanso, en el que por primera vez hemos visto al menor de los hermanos luxemburgueses brillar y ganar como un campeón. En el llano, cuando pensaba que iban a recuperar no ha habido manera, incluso se ha aumentado la ventaja a más de cuatro minutos en algún momento, dejando claro que iba fuerte. En un momento de la última ascensión incluso Alberto se ha puesto a tirar, pero cuando se ha abierto y hemos visto que se echaba para atrás me ha hecho temer lo peor. Evans, el canguro, ha sacado la cara por una vez y ha reducido a menos de tres minutos la ventaja y sigue aspirando a la victoria final. En un momento dado y cuando, por enésima vez Perico volvía a decir que era el momento de Contador para rematar, el de Pinto se ha quedado. El globo se ha desinflado. Al final victoria de Andy, su hermano detrás y Voeckler aguantando por unos segundos el amarillo. Ahora la cosa está entre Evans y Andy Shleck. Mañana Alpe d´Huez y mi única apuesta del Tour: Contador, si recupera, tendría que ir a por la etapa, aunque sea para brillar. El año que viene, sin caídas y sin Giro, volveremos a ver batalla.
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