Cuando uno ve la voracidad con la que hoy ha atacado Alberto Contador en un puerto de segunda, cómo se han jugado el tipo en el descenso, Samuel Sánchez y el de Pinto, cómo se han salido dos ciclistas, incluyendo el líder, por la misma zona...la pena es que había demasiado terreno entre el descenso y meta-la verdad que en el perfil de ruta parecía mucho menos-, que aunque hubieran sido 10 segundos hubiera merecido la pena. Están como bestias desbocadas, con ganas de hacerlo a lo Ocaña...la victoria en escapada bidón para Boasson Hagen. Este tipo de etapas te hacen volver a creer en el ciclismo, en la vida. Mañana, mañana, mañana...
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